¡Hola Babelianos!:
Sí, ya lo sé, con retraso, mucho retraso…, pero más vale tarde que nunca. Así que sin más dilación, vamos con la crónica de la Excursión del día 11 de Diciembre, y que tenía por nombre: Espinaredo – Villamayor.
Como viene siendo habitual, partimos el Sábado a las 9 de la mañana desde la Escuela de Idiomas. Allí estábamos todos, puntuales cual reloj suizo (eso sí, con caras de sueño, pero puntuales).
Nada más subir al autobús el “sector de atrás” comenzó a poner en marcha todo lo necesario para no aburrirse. Sin saber como ni porqué, surgieron “de la nada” gorros de Papá-Mamá Noel, disfraces de Papá-Mamá Noel y Panderetas.
Lo de las Panderetas y los Gorros, se me ocurrió después de hablar con Carmen el Jueves anterior. De camino a casa me paré en ese gran Centro-Comercial llamado “El Corte Chino”. Para quien no lo conozca, se lo recomiendo encarecidamente. Está sito en la Avda. del Cristo, donde antaño estaba el Alimerka.
Me vais a permitir que haga un “break” para dedicarle unas líneas al “Corte Chino”, pues la ocasión lo merece…
Es increíble la cantidad de cachivaches, con mayor o menor utilidad, que se puede uno encontrar en el “Corte Chino”. Casi cualquier cosa que se os ocurra, casi seguro que la tienen. En materia de adornos navideños, árboles, belenes, etc, tienen de todo. Tienen figuras para el nacimiento de todos los tamaños y formas, sueltas, en pack de 3, etc. Hay todo tipo de figuras, animales y elementos ornamentales para el Nacimiento. En cuanto Árboles de Navidad, también disponen de un gran surtido. Mi favorito es el famoso “Árbol-Paraguas”. Se trata del “típico” Árbol de Navidad, pero que lleva en la parte de abajo una base que es como una especie de paraguas. El Árbol dispone de un circuito que lanza unas bolitas de corcho blancas continuamente y que van cayendo al “paraguas” que tiene como base. Todo ello con luces y todo. Está muy chulo, pero eso sí, cuesta unos 65 euros del ala… :-(
Otra cosa curiosa es el tipo de gente que va a estos sitios, las cosas que pide y como se comportan… Vale que tienen de todo, pero dentro de unos límites. Mientras estaba mirando unas cosas, oí a una señora en el pasillo de al lado preguntarle a uno de los dependientes por un “puff” (se supone que es un sofá-asiento y/o similar). Claro, el pobre dependiente ni flowers de lo que le pedía aquella señora… Pero lo que más gracia me hizo fue una señora que era de lo más descarada… Se acerca a un dependiente, preguntándole por algo. Luego, la señora ni corta ni perezosa le pregunta al chinito de turno: “oye, ¿tú hablas español…?”. El pobre chino seguro que se quedó acojonao y no se atrevió a contestar, pero lo que sí que le oí a la señora era decirle al chinito que tenía que ir a alguna academia a estudiar español… (bien pensado la señora tiene razón, pero vamos que me pareció aquello pelín descarao…).
Bueno, lo dicho, que os invito a que visitéis el “Corte Chino” y ahora seguimos con la crónica…
Pues “de la nada” como decíamos surgieron todos esos Gorros, Panderetas, Disfraces, etc, letras con canciones y villancicos, que en seguida se repartieron como buenamente se pudo. Una vez hecho el reparto, comenzó la “pesadilla” para el sector delantero del autobús: las canciones que con mejor o peor fortuna siempre cantamos. Esta vez, dadas las fechas, incluimos en nuestro repertorio además de los clásicos de la Excursiones, algunos Villancicos Populares con su correspondiente coreografía y martilleo de Pandereta.
Algo más tarde de las 10, paramos a desayunar y durante ese periodo de tiempo los oídos de los “aburridos” (los de la parte de adelante del autobús), pudieron descansar. Esta vez, después de tantear un par de bares tuvimos suerte y por fin topamos con un bar que tuviera pinchos de verdad y servidor, ataviado todavía con las vestimentas de Papá Noel degustó un estupendo pincho de tortilla con un no memos estupendo café. El resto del personal también aprovecho para desayunar, hacer pis, etc.
Esta vez, como la envidia es muy mala, alguna aprovechó también para hacer “Shopping” en una tienda china que había camino al bar. Para no ser menos que sus amigas de la anterior excursión, se compró el famoso bastón de la línea “Antonio-Gala”, tallado a mano en maderas nobles. Esta vez, parece ser que era un edición exclusiva, porque la afortunada-sufrida compradora tuvo que pagar 3,50 euros, pero eso sí, el bastón tenía una bolita dorada (y es que lo exclusivo, hay que pagarlo…).
De nuevo vuelta al autobús hasta llegar a nuestro punto de partida: Espinaredo. Esta vez, podéis decir lo que queráis pero no podéis llamar mentirosos a la organización ni decir que os han estafado-mentido-engañado, etc, en lo que a dificultad y distancias respecta, puesto que como véis en la foto había 13 Km, vale, para ser exactos 13,1 km…
La ruta, estaréis de acuerdo conmigo, fue de las más llevaderas en cuanto a distancia y dificultad. Había un camino definido todo el rato, el terreno estaba seco y tuvimos uno de los mejores días que podamos recordar climatológicamente hablando. A medida que empezamos a caminar, la ropa iba sobrando y algunos iban prácticamente en manga corta.
Al comienzo de la ruta, pudimos ver un curioso sistema para hacer la compra del pan, un poco americano si se me permite. Había una especie de “caja-buzón” (por llamarlo de alguna forma), donde el panadero dejaba el número de barras correspondiente según el día y según la lista que había puesta. Muy original, si señor.
A eso de la 1, la gente parecía que ya tenía hambre. Nos “adueñamos” de una finca particular, para variar… y allí nos instalamos todos, tomamos asiento y nos pusimos a comer. Bueno, la intención era “picar” algo, pero una vez que comenzabas a comer era difícil establecer hasta donde llegaba la mitad del bocadillo que tenías pensado dejar para después. Después de haber comido, medio comido, o lo que fuera o fuese, nos dispusimos a subir a la parte de arriba de la finca de la casa. Allí, para sorpresa vuestra pudisteis ver como organizamos en un periquete la puesta del Nacimiento. Carlos estableció los cimientos gracias a unas maderas que previamente había aprovisionado y luego hubo un reparto de las figuras para colocarlas. Me dice Sol que debo recalcar que Ojeda puso el Niño Jesús (sí, ya, a Ojeda le tocó el niño Jesús y a mí la burra… algo olía mal en ese reparto…) :-(
Después de colocar las figuras en el Nacimiento, hacer las respectivas fotos, etc, de nuevo volvimos a la parte de abajo donde nos habíamos instalado previamente. Allí comenzó entonces nuestro preludio Navideño propiamente dicho. Degustamos mazapanes, polvorones, turrones varios y Sidra el Gaitero (famosa en el mundo entero…). Huelga decir que los dos euros suplementarios que os cobramos del viaje y/o los 50 céntimos de más de la cena tenían como fin comprar todas esas fruslerias navideñas así como el Nacimiento.
Por cierto, en varios momentos mientras estábamos en aquella finca “temimos por nuestra integridad…”, ya que había varios coches por allí que pensábamos que eran del dueño, o que alguien que nos vio allí iba a avisar al dueño o similar.
Después de todo ese festín, continuamos ruta. Como decíamos previamente la ruta fue muy llevadera, lo que nos permitió disfrutar de los paisajes propios de estas fechas, con sus tonos verdes y marrones, y fotografiar todo lo que se ponía ante nuestra mirada.
En un punto del camino, nos encontramos con una misteriosa cueva, de la cual decían las malas lenguas que era usada para hacer “rituales satánicos”… jajaja
Finalmente, llegamos a nuestro destino: Villamayor. Al parecer, hubo un pequeño grupo que había llegado más de media hora antes que nosotros, así que nos tuvieron que esperar (es lo que tiene el correr tanto y no esperar ni preocuparse por los que vienen detrás). Los de atrás no es que seamos lentos, es que disfrutamos del paisaje. ;-)
Al llegar a Villamayor, pudimos disfrutar de una agradable visita cultural sorpresa, gracias a los incombustibles Carlos & Sol. Allí pudimos visitar el ábside de la Iglesia de Santa María de Villamayor y el Centro Social de Villamayor. Poco después, visitamos lo que sin duda fue uno de los puntos clave de la Excursión y que hizo que fuera diferente del resto: el Belén Monumental.
El creador del Belén, Rafa si mal no recuerdo su nombre, nos explicó con todo lujo de detalles la historia de aquel Belén, el “meiquin of”, como surgió, nos desgranó todos los entresijos, como funcionaba cada cosa, como la hizo, las piezas que había, etc, etc. Se notaba que era un apasionado de su trabajo y de todo lo que conlleva. Fue algo digno de ver, la cantidad de detalles que había, los ciclos del día y la noche, las luces, los sonidos, el Ángel que descendía, como cada figura tenía su cometido y su efecto “especial”. Incluso pudimos ver las “tripas” de todo aquel entramado, como se gestionaba todo, los cables, poleas y demás mecanismos que hacían posible que toda esa obra de arte funcionara.
Después de la visita del Belén, emprendimos el viaje de vuelta, como no amenizado con cánticos y coreografías varias. Esta vez Carmen se portó y dio la talla como todos esperábamos.
Creo que a bote pronto, y teniendo en cuenta el tiempo pasado, no me he dejado nada en el tintero. Bueno, a modo de pequeña “aneSdota” el conductor se despistó un poco en la ruta y tuvimos que retroceder (pero bueno, casi casi ni se notó…).
Una vez más, disfrutamos de un día estupendo, de agradable compañía y de la riqueza del paisaje asturiano. No sé para vosotros, pero para mí la jornada fue perfecta.
Ah, antes de que se me olvide, respecto a lo que decían las malas lenguas de que el bastón de la línea “Antonio-Gala” de Carmen producía llagas, ¡mentira!. Carmen, que es muy apañada, forró la empuñadura y durante esa ruta no tuvo ninguna molestia.
Ahora sí, creo que ya lo he contado todo.
Gracias a todos por vuestra compañía y por hacer que todo haya sido un éxito y que sigamos rodando… GRACIAS.
José Manuel.
Pd. Sí, seguro que estás ahí, leyéndome a escondidas, a hurtadillas…, en silencio. Así que sí has leído todo esto (vaya moral y aguante que tienes), ahora te toca escribir tu comentario. Por cada persona que lea esto y no escriba ningún comentario en el Blog, mande un correo, o lo que sea, por cada persona que no lo haga morirá un lindo gatito… Y recuerda: ellos nunca lo harían, ellos ESCRIBIRÍAN…